jueves, 10 de diciembre de 2015

La llamada desde el interior

Al conocer la libertad es muy difícil tratar de volver al punto donde estabas antes de conocerla.

Hoy, y hace ya hartos días atrás, me carcome por dentro esta sensación inagotable de ansiedad y curiosidad. Esa sensación que probablemente muchas personas también sienten...  esa sensación llamada VIAJAR.

Creo que después de intentar comprender, a través de varios métodos no occidentales, el rumbo que debería tomar mi cuerpo y mi alma en este mundo, caí en cuenta de que vine aquí a recorrer lo que no muchos han tenido el agrado de conocer. Según "calendarizaciones" espirituales, tengo grandes metas que cumplir, las que aparentemente lograre si me mantengo en contacto con todo lo que me rodea, aprendiendo de todas las personas con las que me he conectado, me conecto y me conectare. Y que debido a esta misma "misión" que debería llegar a cumplir, es que nacen en mi estas ganas incontenibles de movimiento, de cambio, de salir de la comodidad de mi casa, para emprender el vuelo hacia lugares donde tendré que conseguir crear un hogar, no físico, sino que emocional. Hogar, desde el momento que vuelva a salir, no será más una ubicación en el mapa, será un espacio en mi mente y en mi corazón donde guardare todos los pequeños y grandes detalles que me hacen sentir tranquila, amada y segura.

Escribir un poco sobre esto, calma bastante mis pensamientos y estos latidos acelerados que siento dentro mi pecho. Nunca ha sido porque me ha faltado algo aquí, sino todo lo contrario, debido a que he tenido todo y más de lo que pude haber querido en mi vida, deseo entregar un poco de esto a quienes nunca lo han tenido...

Para mi viajar no es una salida de mi realidad; viajar es una entrada a la realidad colectiva. Esa realidad hermosa y caótica que desconozco y que verdaderamente necesito conocer y entender.

Según yo, la ignorancia es el mejor combustible, porque cuando siento que no sé algo, inmediatamente busco la forma de aprenderlo. Viajar es el remedio a la exigencia de mi ser, que demanda saberlo todo, para hacer algo con ese conocimiento, para convertirlo en una pequeña solución para quienes mas lo requieran.

Ahora con la mente dispuesta a comenzar el movimiento, me despido. Esperando volver a escribir desde otro rincón del mundo.

Gracias.