lunes, 25 de mayo de 2015

Empatía erizística

Los inviernos son difíciles para una eriza de tierra.

Es que no debe ser sencillo venir genéticamente desde un lugar tan lejano y con temperaturas tan cálidas. Quizás sus abuelos erizos corrían con sus pequeñas, pero rápidas, patitas por Africa o Australia. Y ahora ella está aquí, en Chile, en los confines del mundo, donde hace bastante frío durante el invierno, en días como hoy. Pero a veces, nisiquiera llega a saber que algunos se están congelando justo por fuera de su ventana. Abrigada por medio de su adorado scaldasonno, el frío es cosa del pasado. Su marido y padre de sus bebes, fue aquejado por algo que ella aún desconoce. El frío se lo llevó hace ya dos años. Un día triste después de la lluvia.

Si bien su drama ahora no es el frío, hay otras cosas que le suceden a erizas de su edad. Es una mujer mayor ahora, una viejita por decirlo de alguna forma. 5 años cumplidos a mediados de mayo, superan el promedio de vida "normal" de estos pequeños seres vivos. De aquí en adelante, la cosa se pone cuesta arriba; un poco más complicado que antes, pero sin dejar de ser feliz.

Hoy Pitu, a causa de un asunto interno de su cuerpo, terminó perdiendo uno de sus ojitos. El del lado derecho... Ahora es una eriza que se adapta a una nueva manera de vivir. Camina más lento de lo usual, tratando de entender qué fue lo que sucedió, el porque hoy un lado de ella esta oscuro. Negro total. Las dimensiones han cambiado, las distancias no significan lo mismo, desde este momento en adelante comer, caminar, tomar agua, refugiarse en su manta, no será lo mismo. Cambios; algo que sucede, es natural, acontece.

A lo largo de mi vida o lo que llevo vivido hasta la actualidad, he notado que lo que me rodea nunca ha sido muy regular, similar, habitual, corriente, común, usual, frecuente, ordinario, en comparación con el resto de mis pares (aunque cabe destacar que cada realidad en diferentes personas es dispar). Teniendo este antecedente presente, puedo decir que tener a una mascota con las peculiaridades de la Pitu, combina exactamente conmigo. Quizás es por lo mismo que ella me acompaña hoy.

Espero, y esto se lo digo a ella por medio de este mensaje codificado para humanos, sinceramente espero, que te quedes a mi lado lo justo y necesario para que yo signifique algo para ti. No te quedes para no dejarme sin tí. No quiero que sufras más de la cuenta. Tú vive tu vida, que para mi, tú ya eres una criatura adorable y muy exótica que me ha enseñado mucho.

A decir verdad esto se lo podría dedicar a todas las mascotas que he tenido, que no han sido tantas, pero que siempre estuvieron ahí cuando necesite un besito tierno y sincero de alguien que no entiende mucho el actuar extraño de los humanos. Las alegrías que me entregaron y que me marcaron siempre estarán conmigo.

Para Maximiliano, Travis, Wichi y Pitu.

"En el esquema filosófico budista, los animales también tienen mente según entiende el budismo este concepto, y forman parte del mismo proceso dinámico por el que los seres humanos acaban experimentando el conocimiento racional. Esto quiere decir que para el budismo, los animales sienten y padecen. La diferencia entre su existencia y la nuestra es finalmente producto del karma, por lo que tienen la misma esencia sagrada que tenemos los seres humanos y que nos lleva a respetarnos la vida los unos a los otros. La literatura budista da innumerables historias de seres humanos que en vidas previas fueron animales, relacionándonos así con ellos de una manera mucho más directa de lo que culturalmente conocemos en occidente."