jueves, 16 de julio de 2015

La vida

A veces dicen que la vida no es nada sin la muerte. Un fin inevitable, que llega en un momento inesperado (y en algunas ocaciones no), pero que de alguna forma le da sentido a este camino de realidad que cursamos cada día.


Hoy mi mamá tuvo que estar sola con mi eriza y esperar a que el veterinario le diera a mi bebe su última inyección, la inyección de la dignidad y aceptación. Nuevamente no pude estar ahí, por causas diversas. Qué será más triste: estar presente o alejado.

Escrito realmente el 25/6/15.

La pena de decir adiós sin despedirse.